El pasado martes tuve la oportunidad de asistir al preestreno de ‘Downton Abbey: Una nueva era’, una maravillosa película que conserva toda la esencia de la serie que ha conquistado a millones de espectadores. Glamour, elegancia, clase, estilo… eso y mucho más es Downton Abbey, un retrato de una época dorada en el que destacan tanto los ágiles diálogos de sus protagonistas, como las mansiones exquisitamente decoradas o el perfectamente estudiado vestuario.
Y hablando de vestuario, con la talentosísima Anna Robbins al frente, en esta nueva entrega ambientada en 1928 los looks están inspirados en el cine mudo y en los estilismos que Coco Chanel llevaba durante sus vacaciones en el sur de Francia. Personalmente, me tienen fascinada sus vestidos fluidos y vaporosos de inspiración griega, los trajes de encaje dorado o metalizados, las diademas y turbantes, y absolutamente todas las joyas y accesorios que lucen, espectaculares, las protagonistas. Como novedad, los pijamas de seda como looks de noche, los corsés de cintura de avispa o la ropa deportiva, tendencias que nos acercan a los años 30.
Volviendo a la película, esta secuela arranca un año después de donde se quedó la exitosa primera, y, sin ánimo de hacer spoiler, os diré que enseguida surgen varias tramas que hacen de lo más entretenida y emocionante esta nueva cinta de la saga, que sigue conservando la esencia que la hizo famosa.
La película se estrena este viernes 29 en España y también en Reino Unido.
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